Leyendo al cielo en busca de señales

Los mayas construyeron Chichén Itzá para que en cada equinoccio el sol de la tarde tocara la pirámide, creando la ilusión de que la serpiente emplumada se deslizaba por la escalera norte. El mundo occidental sigue utilizando un calendario menos preciso que el utilizado por los grupos mesoamericanos antes del período colonial. En Perú, mientras continúan los debates sobre su uso original, las líneas de Nazca están destinadas a ser vistas desde arriba, revelando una conciencia que aún no podemos comprender. Estos ejemplos nos dicen que los grupos indígenas en las Américas tenían un profundo conocimiento de las estrellas, las estaciones y el tiempo. En esta sección, exploramos diferentes respuestas a los fenómenos astronómicos, comenzando con la primera descripción conocida del calendario azteca por Fray Toribio de Benavente (1527-1549). Junto a ella se encuentra una reproducción de la "Representación de los cinco días" (sin fecha), que destaca los cinco días al comienzo del tercer y cuarto trecenas de Tonalámatl, un almanaque de divinidad estructurado alrededor de veinte períodos de trece días. La precisión de estos calendarios, y nuestra incapacidad para entenderlos plenamente, ha llevado a imposiciones culturales. Por ejemplo, en 2012, el occidente impuso su propio milenarismo sobre el calendario maya, afirmando que el mundo terminaría. Juan de Dios Mora juega con esto en la Nave Espacial Maya de 2012 (2011).

En 1680, el poder del virreinato de la Nueva España era inestable. La Revuelta del Pueblo acababa de expulsar a los españoles de Nuevo México, mientras que el virrey, Payo Enríquez de Rivera y Manrique, renunciaba a su puesto y una transición a Tomás de la Cerda y Aragón estaba en marcha. Algunos, entre ellos el Padre Eusebio Kino, tomaron el Gran Cometa resplandeciente a través del cielo nocturno como un presagio de Dios, lo que le llevó a trazar su movimiento desde su tiempo viviendo en Cádiz hasta su tiempo viviendo en la Ciudad de México.

La Exposición astronómica (1681) del Padre Kino es una temprana oferta de un tratado científico ilustrado en las Américas y está vinculada al primer cometa que se descubrió usando un telescopio. Sin embargo, un mayor conocimiento de las estrellas está presente aquí. Tomemos, por ejemplo, la colocación de Kino de La Virgen de Guadalupe en el dibujo para que se alinee con el signo de Virgo, revelando así la comprensión de Kino de las constelaciones. La interpretación de Kino del cometa en tiempos de incertidumbre no fue única, incluso para México. Sabemos por los relatos indígenas de la primera mitad del siglo XVI qué conocimiento de los signos astronómicos antecedieron la llegada de los europeos.

El conocimiento se manifiesta de diferentes maneras. Mientras algunos miran hacia las estrellas en busca de mensajes de sus deidades, otros, como Carlos Sigüenza y Góngora en sus respuestas a Kino a través de su Manifiesto philosóphico contra los cometas despojados del imperio que tenían sobre los tímidos (1681) y su Libra astrómica y philishicópa(1690), apuntaba hacia el cometa como un fenómeno de la naturaleza. El debate, que también incluye "Aunque es clara del cielo la luz pura" (1690) de Sor Juana Inés de la Cruz, es un ejemplo de la discusión del siglo XVII sobre la ciencia y la religión. Alicia Gaspar de Alba esboza este debate en un primer borrador del Segundo Sueño de Sor Juana (1999), titulado "La Décima Musa."

La fascinación por el papel de la religión en el cosmos continuó también en la literatura brasileña de cordel; por ejemplo,la interpretación apocalíptica del cometa de Halley como castigo de Dios por la corrupción de la humanidad en O Cometa de Halley (1985) de Geraldo Moreira de Lacerda o A Natureza e Seus Feitos, de José Severino Cristóvão.

Mystic Sky with Self-Portrait (1992) de Betye Saar se centra en la importancia de las lecturas del tarot que incorporan constelaciones, planetas y estrellas al proceso de adivinación. El autorretrato de Saar también incluye referencias a la lectura de la palma de la mano y la alquimia como elementos importantes para su identidad, ya que busca una comprensión más profunda de sí mismo dentro del universo.

Cerramos esta sección con "Sobre cubierta con Martí" (sin fecha), las propias reflexiones de Ernesto Cardenal sobre el universo, el espacio infinito que nos rodea y si estamos solos en él.