Los hilos de la memoria
El bordado era una tradición campesina: representaban pájaros y flores que ilustraban las mantas donde colocaban las tortillas.
En los refugios comienzan a bordar escenas de la vida cotidiana, sus historias personales, o escenificaban violaciones a los derechos humanos. Mantas bordadas que enviaban a otros países para que el mundo y la solidaridad internacional las conociera.
El bordado sirvió para expresar y sobrellevar episodios de sus vidas, acerca de los cuales era difícil comunicar de forma oral o escrita.
Gracias a una campaña internacional, el Museo de la Palabra y la Imagen logró repatriar algunos de los bordados que integran esta exposición.